HOMENAJE IÑIGO CUESTA

Distancia: 177 Km
Nivel MUY ALTO
Calificación *****

Este durísimo recorrido quiere ser un homenaje al ex ciclista villarcayes Iñigo Cuesta. Profesional entre 1994 y 2011, Cuesta cuenta en su palmarés con una Vuelta al País Vasco, etapas en Dauphine y Cataluña y el récord de participaciones ininterrumpidas en La Vuelta, 17. Cuesta es el organizador, desde hace años, de una marcha cicloturista que lleva su nombre, y, además, muchos le consideran “el descubridor” de la subida a Picón Blanco para el ciclismo profesional. Estas dos circunstancias explican el porqué de este recorrido.

La primera parte de la ruta es idéntica a la marcha Clásica cicloturista I. Cuesta con la diferencia de partir desde Espinosa en lugar de Villarcayo. Al pueblo de nuestro protagonista llegamos después de superar el Alto de Bocos por su vertiente suave. Dejando Villarcayo y por el Portillo de Manzanedo llegamos al Pantano del Ebro. En esta ocasión evitaremos el Escudo para tomar desde su base y a la derecha la carretera que nos lleva a S.Pedro del Romeral por el Alto de La Paloma hasta la Vega de Pas. Hasta aquí llevamos casi 90 kilómetros pero lo más duro está por venir.

De la Vega de Pas nos dirigiremos a San Roque de Riomiera enlazando los puertos de La Braguía (6Km al 6%) y El Caracol (10,5Km al 5,5%). En San Roque comenzamos a subir uno de los puertos más espectaculares de toda la cornisa cantábrica, Lunada (16km al 6%). Las piernas duelen pero la magnífica ascensión hasta el portillo, en el límite entre Cantabria y Burgos, merece la pena.

La llegada a Espinosa, tras 150 kilómetros, no será, sin embargo, aún la meta de esta ruta. El homenaje a Cuesta incluye un paso final por Picón Blanco (8,5Km al 9%) con las durísimas rampas de la Cuesta del Mazo (17%) que Iñigo se empeñó en su día en mostrar a los organizadores de la Vuelta a Burgos y de La Vuelta hasta que estos decidieron, con gran éxito, incluirlos en sus trazados.

Ahora sí, de nuevo en Espinosa tras 177km y 5741m de desnivel positivo concluye este homenaje a un ciclista que, además de haber sido un ciclista excepcional, ha ejercido siempre como un magnifico embajador de Las Merindades.

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