El día 22 de noviembre, en Espinosa de los Monteros, en el Aula de Cultura de la Fundación Caja de Burgos, a las 19.30 horas, tendrá lugar la presentación del segundo volumen de la Colección Historia de las Merindades. El segundo volumen está dedicado a la jurisdicción de Espinosa de los Monteros, una jurisdicción muy especial.
Veremos cómo el medieval valle de Espinosa fue llamado a partir de la Baja Edad Media Espinosa de los Monteros, fue siempre de realengo, no tuvo cambios en su composición desde que tenemos documentación de ella, en la Alta Edad Media.

La institución de los monteros será determinante en el mantenimiento del realengo; su cercanía, primero a la familia condal, y después a los reyes, les permitirá interceder lo suficiente para lograr administrar la jurisdicción y mantenerse al margen de la todopoderosa familia Velasco, muy especialmente a partir de la Baja Edad Media, cuando Pedro Fernández de Velasco es nombrado merino mayor de Castilla Vieja.
La Baja Edad Media es también el comienzo del ascenso social y, sobre todo, económico de los monteros. Ellos sustituirán al monasterio de Oña en la explotación de los montes de Somo y de Pas. El ejercicio de sus funciones como monteros hacía que necesitaran disponer de pastores para sus ganados, de criados para cuidar el ganado en sistema extensivo, en los montes comunales, y muy pronto, ya en el siglo XIV, haciendo cerradas para estabular el ganado, a la vez que se producía la privatización de los montes, porque enseguida serán objeto de intercambio comercial, veremos a los monteros vendiendo sus cabañas y prados cercados en la primera mitad del siglo XVI.
La segunda parte de este volumen está dedicada a los Montes de Somo y de Pas. Son los montes del cordal cantábrico, límites entre las merindades de Valdeporres, de Sotoscueva y Espinosa de los Monteros, todos en Burgos, en la vertiente sur, donde se les conoce como montes del Somo, y las villas de San Pedro del Romeral, Vega de Pas y San Roque de Riomiera, donde se les conoce como montes de Pas.
La obra pone de relieve la gran relación de Espinosa, y sus vecinos, con los montes de Pas. La historia medieval de la jurisdicción de Espinosa no estaría completa sin hacer la historia de estos montes, dado que han sido y, aún son, su medio y forma de vida principal.
El siglo XIV determinará el cambio del señorío no jurisdiccional en los derechos de los montes, pasando del monasterio de Oña y del rey a la familia Laso de la Vega, que tendrá su continuación en los Mendoza. Los Castañeda, los Manrique y los Velasco ejercerán también el señorío en los valles de Cantabria, además de tener importantes propiedades en las Merindades. Esta investigación trata, también, estos linajes con propiedades y diferentes señoríos en la zona, porque la interrelación entre ellos (enlazarán matrimonialmente unos con otros) originará grandes señoríos, repartiéndose prácticamente los valles de la Cantabria limítrofe con Espinosa.
Analiza la historiografía de los montes de Pas, porque ha dado lugar a la repetición de fechas y conceptos erróneos, o mal transcritos, en la multiplicidad de sentencias que se refieren a este territorio.
El privilegio de pastos que obtendrá Espinosa, por intermediación de los monteros, en el siglo XIV cambió la relación entre las jurisdicciones desde el norte de Burgos hasta el mar Cantábrico. Por primera vez se identifican todos los lugares a los que va dirigido el privilegio y todos los territorios en los que se permitiría el pastoreo. De forma excepcional en la colección Historia de las Merindades, se estudian los conflictos que se produjeron hasta el siglo XIX, dado que son muy numerosos y muy ilustrativos de la manera de entender la vida en la montaña.
Analiza el poblamiento en Espinosa y en los montes de Pas, indica su origen, su presencia en la documentación, identifica despoblados y los sitúa geográficamente. Por último este volumen cuenta con un anexo en el que se trascriben las sentencias que son objeto de tratamiento histórico en la obra.

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